Optimización del rendimiento con reemplazos frecuentes de servidores para grandes empresas
Los servidores son la red troncal de la infraestructura de TI moderna. Admiten los requisitos informáticos de todo el portafolio de aplicaciones de una organización empresarial. Sin embargo, su vida útil es finita. La nueva generación de servidores funciona mucho mejor que sus predecesores, pero ¿vale la pena este rendimiento superior?
A medida que las empresas se digitalizan, buscan resiliencia a largo plazo para sus modelos de negocio actuales y exploran nuevas oportunidades de generación de ingresos, y la infraestructura de servidores deja de ser un costo para convertirse en un activo. En otras palabras, genera rentabilidad tangible por su uso. El valor de la infraestructura de servidores para una empresa es muy diferente de como solía ser. Con el tiempo, el valor de la infraestructura de servidores actual disminuye. A medida que esto ocurre, las organizaciones deben evaluar los beneficios en términos de costo de adquirir nuevos servidores en comparación con los costos acumulados (mantenimiento, conservación, interrupciones, etc.) de ejecutar servidores más antiguos.
Los directores de sistemas de información (CIO) y los encargados de TI deben seleccionar el momento óptimo para reemplazar toda o parte de su infraestructura de servidores. Existe la mentalidad de que impulsar iniciativas de actualización de servidores es prudente cuando cambian las prioridades empresariales o se debe preservar el efectivo.