Seis formas en las que los requisitos de las aplicaciones afectan a las decisiones sobre infraestructura
Las aplicaciones están presentes en casi todos los aspectos de la empresa moderna. Y la dependencia del uso de aplicaciones para agilizar los procesos empresariales y generar nuevas fuentes de ingresos es cada vez mayor. Según las previsiones de IDC, gracias a las nuevas herramientas y plataformas, al mayor número de desarrolladores, a los métodos de desarrollo ágiles y a la gran cantidad de código que se reutiliza, entre 2018 y 2023 se crearán 500 millones de aplicaciones lógicas, lo que equivale a las que se han escrito en los últimos 40 años. Las organizaciones deben decidir cómo optimizar, gestionar y dar soporte a esta cartera de aplicaciones cada vez mayor.
La gama de nuevas opciones de arquitectura de aplicaciones está afectando a la toma de decisiones más complejas sobre infraestructura y asignación de las cargas de trabajo para permitir el uso de las aplicaciones. A medida que las empresas migran aplicaciones de los centros de datos locales tradicionales a la cloud, necesitan confiar en su capacidad para ofrecer servicios de aplicaciones de calidad dondequiera que se implementen las cargas de trabajo.
Pero ¿cómo es esta transición? ¿Cómo se garantiza el éxito de la migración de una aplicación antes de invertir?
Este documento describe las seis vías que las organizaciones deben tener en cuenta como parte de su estrategia de aplicaciones, y ofrece información sobre la situación en la que se recomienda seguir cada vía.